Hace años algunos años tuve un sueño que creí que era
imposible de alcanzar, y dicho sueño era cursar el curso de periodismo taurino
de la fundación Joselito, hoy patrocinado por la fundación Wellington.
Hoy y más que nunca me siento orgulloso de ser como soy y
ser un alumno de dicho curso, dado a que de vez en cuando los sueños se cumplen
y estar embarcado en esta aventura tan torera no tiene precio.
Esto es una réplica taurina en toda regla para aquellos que
sin argumentos y sin contrastar opiniones ni información hablan, opinan e
incluso difaman de la capacidad del curso y de los docentes que nos implantan
dichas clases.
Dicha replica la cargo de argumentos que son los siguientes;
1º un elenco de profesores, doctores y sobre todo
profesionales como Alejandro Pizarroso, Miguel Ángel Moncholi, Francisco
Aguado, David Casas, Adolfo Rodríguez Montesinos, Víctor Santamaría, Javier
Chicote y otros tantos más que me dejo en el tintero, lo más fundamental que
nos están enseñado es el respeto por la tauromaquia y el hacer las cosas bien a
parte de la materia que nos están enseñando cada uno dependiendo el puesto que
ocupan como profesionales.
2º el nivel de enseñanza es alto o bajo dependiendo de la posición
y el criterio de los alumnos. Está claro que todos los que alumnos tenemos más
que sabido las capas o pintas y encornaduras de los toros. Pero lo que está
claro es que los alumnos a excepción de alguno desconoce cómo se realiza un
programa de radio, tv, o que es el periodismo de investigación por poner 3
claros ejemplos de lo que nos están enseñando.
3º la misión del doctor es enseñar, la del alumno aprender,
y en las manos de nosotros - los alumnos – queda lo que queramos aprender y
como queramos enfocar el curso, porque desde luego y en mi lugar esto es una
gran oportunidad para adquirir un gran conocimiento y poder darte a conocer
cuando las cosas se hacen bien y con respeto.
4º por romper una lanza a favor de un gran profesional como
es el Doctor Don Miguel Ángel Moncholi he de decir que en todo momento con sus
clases magistrales nos está enseñando sobre todo el respeto hacia una profesión
y el hacer las cosas con la máxima profesionalidad
posible, porque sin duda alguna si este Doctor en tauromaquia se distingue del
resto es por su forma de innovar, enfocar la profesión y la creatividad…Sin
duda alguna, un espejo y un ejemplo a seguir donde el que se quiera dedicar a
esto, debe tomar ejemplo. Desde aquí, mi más sincera enhorabuena maestro.
Y aquí, uno que escribe defenderá siempre a capa y espada y
replicara por verónicas, chicuelinas, delantales, navarras o saltilleras un
curso de periodismo especializado donde todo lo que nos están enseñando es en
torero y con mucha templanza. ¡va por ustedes!
Firmado; Diego Cervera. Alumno del citado curso y aspirante
a buen aficionado.