sábado, 17 de marzo de 2012

Seamos serios con los conceptos.




Muchas veces uno queda indignado con los comentarios que escucha por un lado y por otro, indiferentemente de quien vengan.

Está claro que en una corrida de toros, un torero se juega la vida ante un animal que tiene reacciones muy variadas, pero lo que no queda claro cuál es el concepto del toro bravo.

Las modernidades de cuidar al toro no son compatibles con un espectáculo integro, porque todo lo que sea cuidar a un animal bravo es la representación de que algo no funciona bien, pues un toro bravo no necesita cuidados, el que los necesita es el coletudo de turno, de tener buena técnica, buen oficio y sobre todo la mente muy despejada para  hacer las cosas bien.

¡Cuidado! Que nadie se eche las manos a la cabeza y piense que la lidia que se le dé al toro no es determinante para que su comportamiento pueda ser de una manera o otra. ¡Claro que es determínate la lidia! ¡Claro que es fundamental que las cosas se hagan bien! Aquí un servidor no dice que la lidia sea desordenada y que se hagan las cosas de cualquier manera, aquí lo que intenta decir un servidor  es que no podemos privarnos del toreo de capote, del tercio de varas y del tercio de quites por ver torear de muleta.
No podemos privarnos de ver un tercio de quites por ver 3 naturales más, porque si el toro tiene casta y raza para envestir (no clase) un quite por chicuelinas, navarras, tafalleras o verónicas, no le tiene por qué afectar al toro cuando el coletudo coja la franela. (no le tiene por qué afectar si el toro reúne las condiciones de bravo)

Cada día se escucha más la expresión  “cuidar al toro” desde luego que se tiene que cuidar cuando el toro antes de entrar por primera vez al caballo ya está con medio metro de lengua fuera. Desde luego que se tiene que cuidar al toro, sobre todo si su procedencia es de cierto encaste que tanto gusta a las figuras pero que tan poco fondo tiene… Desde luego que se tiene que cuidar al toro, porque si no se cuida su imagen y da la sensación de que lo que está haciendo el coletudo de turno lo podemos hacer cualquiera y no da sensación de peligro, es que la fiesta ha perdido todo su aliciente de integridad y verdad.

Seamos un poco serios ¡por favor! Que esto es un espectáculo de riesgo y no de músicas celestiales.  Donde el toro tiene que ser un animal con una imagen y un juego en el ruedo poderoso y no un juego lastimoso porque vemos que no se sostiene en pie.
Tengamos seriedad señores. Que quizás yo no tenga ni puñetera idea de lo que hablo, pero como aspirante a buen aficionado si se lo que me gusta ver en una plaza, y lamentablemente lo que me gusta ver no lo veo todo lo que quisiera por esa falta de raza y casta de la que carecen ciertas ganaderías.

6 comentarios:

Enrique Martín dijo...

Diego:
Ya hablamos de esto precisamente el otro día y chico, no le des más vueltas, aquí se hablan idiomas diferentes. Es una torre de Babel taurina. Coincido contigo en lo de cuidar el toro, claro que sí, pero lo que entendemos nosotros no es lo que entienden otros. Para ti y para mí, y para muchos, cuidar el toro es no darle trapazos, no darle capotazos de más, colocarlo en suerte correctamente a contraquerencia, no hacerle recortes que puedan perjudicarle en la forma de embestir, no picar trasero, no taparle la salida, no hacerle derrotar en tablas artificialmente, no dar pasadas en falso con las banderillas, con tirarle el capote al suelo para quebrantarle y tantas cosas más. Pero otros tienen una idea proteccionista y casi sanitaria del toro, en el que cuidarle es no hacerle nada hasta la muleta. Y se habla de fondo. ¡¡¡QUÉ HORROR DE PALABRA!!! Que es un toro, no un maratoniano. Si se le lidia en el caballo, con tres varas, se le banderillea y hasta se le hace algún quite, las faenas no tendrán más de 20 o 30 pases, eso sí, de verdad, porque si tiene casta el animal y no son de verdad, igual te coge. Pero el fondo; fondo tienen los pozos y la fosa de las Marianas. Bueno, ya me he desahogado, Perdona por la parrafada. Me gustó más el otro día, con panchitos, Coca Cola y uno recordándote que te había ganado la partida. Ese es el ambiente de los aficionados. ¿Fondo?

Diego Cervera Garcia dijo...

Enrique:
Por eso mismo he escrito esta entrada, por lo que hablábamos el otro día en la Peña Taurina, y también por la indignación del criterio que tienen muchos de "cuidar al toro"
Gracias a dios a que algunos si tenemos seriedad y la expresión de "cuidar al toro" la usamos con buen criterio.
Por otro lado Enrique pues que decirte... aquí tienes tu casa para poder expresar y desahogarte todo lo que quieras, y la Peña igualmente abierta para lo que te sea necesario, con una coca cola, con las partidas ganadas y todo lo que sea menester.

(Ojo ojo el por culo que me dan cada vez que no he tenido razón en algo.....)
Un abrazo

eldesjarretedeacho.blogspot.com dijo...

Escuchaba el viernes al Fenicio Molés decir que no debían picarse a los "toros". Es que no deja de tener razón este mercader, dado que si estas burras domecqs-ticadas entran tres veces al caballo simplemente salen pulverizados. Este "comunicador social" es un irresponsable ya que en lugar de orientar al puúblico termina confundiéndolos.

Saludos y felicitaciones para la excelente entrada.

POCHO

Diego Cervera Garcia dijo...

POCHO:
La gran mayoría de los toros de procedencia Domecq, con una entrada al caballo tienen mas que suficiente.
El problema no son los comentaristas, el problema es la gente joven que le gusta la fiesta vip con los figuras de turno.
Un saludo

MARIN dijo...

Diego:
Yo hablo el mismo idioma que Enrique y tu. Los cuidados del toro deberian ser cuidados en el concepto puro y duro de lidia, no en el físico. Porque se deberia suponer que el toro (el encastado) no necesitaria de ese tipo de cuidados.

Tambien coincido con Enrique, en que a un toro se puede lidiar en el caballo, con tres varas midiendo las distancias, dandole lo que exija, su tercio de quites, su tercio de banderillas y luego sus 20 muletazos... ¡Veinte muletazos solo!. Pues si, con veinte muletazos cortó dos orejas Juan Mora en 2010 en las Ventas a un toro. Y creo que fue de lo mejor de la temporada. ¡Para que mas!.

En fin chavales, que nos conformaremos con entendernos entre nosotros, que ya es bastante.

Un abrazo.

Diego Cervera Garcia dijo...

Marin:
Y que así sea, que hablemos el mismo idioma taurino y veamos la misma película durante mucho tiempo, aun que de vez en cuando tengamos división de opiniones bajo el mismo concepto.
Es que mal suena el termino "cuidar al toro" dependiendo si se usa para una cosa u para otra.
Un abrazo