24 de Agosto de 2.001 |
Que diferencias tan grandes existían antes, a las que
existen ahora de cara a realizar gestos o gestas en el orbe taurino, gestos que
antes identificaban al torero como un héroe de cara a consagrar una temporada
laureada de éxitos, gestos que hacían acrecentar el crédito de un torero y donde sin duda alguna, se reivindicaba el
porqué de una gran temporada, pero sobre todo, eran gestos, demostrando el por qué uno se vestía de luces y con un toro
que daba emoción a la tarde….
Hoy en día, se empiezan a estilar gestos o gestas a
principio de la temporada para ver “que podemos salvar” antes, era querer dar una buena tarde de
toros, con todas las consecuencias que conlleva, tanto para bien como para mal.
El año paso, tanto Fernando Robleño en Ceret, como Javier
Castaño en Nimes, Iván Fandiño en Bilbao, o Diego Ventura en Huelva, no dudaron
en encerrarse con astados de encastes no muy comerciales, para demostrar un “por
qué” al respetable, y querer ofrecer “algo más” de lo que se viene ofreciendo últimamente en
estas encerronas en solitario, que suelen acabar en tardes de sopor y
monotonía… por no decir otra palabra mal sonante, cuando el pagano que pasa por
taquilla, y ya está más que aburrido en el cuarto toro….
Volviendo la vista al pasado, se me viene a la mente, una
fecha que ya está bañada con letras de oro entre las tardes históricas donde
las haya del toreo, y no es ni más ni menos, que la famosa tarde del 2 de Mayo
de 1996, donde José Miguel Arroyo, “Joselito” encandiló a Las Ventas, desplegando alquimia y un derroche de torería, ofreciendo
lo que uno en ese momento sabía hacer, torear.
2 de Mayo de 1.996 |
También por citar una fecha histórica, se puede citar el día
de la reaparición de Juan José Padilla el 24 de Agosto de 2001 en la semana
grande de Bilbao, ante un encierro de Miura, a consecuencia del fortísimo percance que sufrió el mismo año
ante un toro de la misma divisa, en plena feria de San Fermín en Pamplona.
Hoy todo eso quedo atrás, hoy sólo nos acordamos de tardes
bañadas con letras de oro como la ya mencionada del 2 de Mayo,o la del 24 de Agosto de 2001 cuatro locos
bohemios del toreo. Hoy, se busca un toro fácil, comercial y a principio de
temporada ¿tiempos pasados fueron mejores? o….¿ simplemente es nostalgia de una
década ya pasada? Sea lo que sea, sin duda alguna, las diferencias existen, y
no sé si a mejor o a peor, pero yo me quedo con otros tiempos, que sin duda
alguna marcaron de forma positiva en mi forma de concebir el arte del toreo.
Por Inmaculada Rodríguez Alarcón
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