miércoles, 20 de febrero de 2013

Gestos, o ¿reclamos de cara a la temporada?

24 de Agosto de 2.001
Que diferencias tan grandes existían antes, a las que existen ahora de cara a realizar gestos o gestas en el orbe taurino, gestos que antes identificaban al torero como un héroe de cara a consagrar una temporada laureada de éxitos, gestos que hacían acrecentar el crédito de un torero y  donde sin duda alguna, se reivindicaba el porqué de una gran temporada, pero sobre todo, eran gestos, demostrando el  por qué uno se vestía de luces y con un toro que daba emoción a la tarde….

Hoy en día, se empiezan a estilar gestos o gestas a principio de la temporada para ver “que podemos salvar”  antes, era querer dar una buena tarde de toros, con todas las consecuencias que conlleva, tanto para bien como para mal.

El año paso, tanto Fernando Robleño en Ceret, como Javier Castaño en Nimes, Iván Fandiño en Bilbao, o Diego Ventura en Huelva, no dudaron en encerrarse con astados de encastes no muy comerciales, para demostrar un “por qué” al respetable, y querer ofrecer “algo más”  de lo que se viene ofreciendo últimamente en estas encerronas en solitario, que suelen acabar en tardes de sopor y monotonía… por no decir otra palabra mal sonante, cuando el pagano que pasa por taquilla, y ya está más que aburrido en el cuarto toro….

Volviendo la vista al pasado, se me viene a la mente, una fecha que ya está bañada con letras de oro entre las tardes históricas donde las haya del toreo, y no es ni más ni menos, que la famosa tarde del 2 de Mayo de 1996, donde José Miguel Arroyo, “Joselito” encandiló  a Las Ventas, desplegando  alquimia y un derroche de torería, ofreciendo lo que uno en ese momento sabía hacer, torear.

2 de Mayo de 1.996

También por citar una fecha histórica, se puede citar el día de la reaparición de Juan José Padilla el 24 de Agosto de 2001 en la semana grande de Bilbao, ante un encierro de Miura, a consecuencia del  fortísimo percance que sufrió el mismo año ante un toro de la misma divisa, en plena feria de San Fermín en Pamplona.

Hoy todo eso quedo atrás, hoy sólo nos acordamos de tardes bañadas con letras de oro como la ya mencionada del 2 de Mayo,o la del 24 de Agosto de 2001 cuatro locos bohemios del toreo. Hoy, se busca un toro fácil, comercial y a principio de temporada ¿tiempos pasados fueron mejores? o….¿ simplemente es nostalgia de una década ya pasada? Sea lo que sea, sin duda alguna, las diferencias existen, y no sé si a mejor o a peor, pero yo me quedo con otros tiempos, que sin duda alguna marcaron de forma positiva en mi forma de concebir el arte del toreo. 

Por Inmaculada Rodríguez Alarcón

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