Con aroma torero

                                                                                                                                                         

(fotos por cortesia de Inmaculada Rodríguez)

Ya una vez pasado el ecuador de la temporada, si tuviésemos que destacar a uno de los toreros de momento, sin duda alguna tendríamos que hablar de David Mora.

El de Borox (Toledo) sin duda alguna está derrochando aroma torero allá por donde pasa o pisa, y es que cuando se enfunda de luces es para torear con clasicismo y pulcritud.

Su nombre, cada día empieza a sonar con más fuerza en las plazas, sus triunfos cada vez empiezan a ser más consolidados, y sus trofeos se están contando como orejas de peso y no de paso, y es que David, cada vez más placeado y con más oficio, está haciendo reverdecer la esencia del toreo clásico y todo esto horneado a fuego lento, que así es como se saborean y se paladean mejor las cosas, porque en esto de los toros no es mejor torero el que más rápido llega a la cima o más orejas corta en una temporada

¿Y que tiene David que no tengan los demás para estar siendo tan bien considerado entre el aficionado? ¿Cuáles son las claves de su toreo para estar teniendo éxito?

A mi forma de ver, el secreto de su éxito está siendo ese, no hacer alarde de triunfalismo ni cortar orejas sin ton ni son, ni ser un fenómeno de masas.

 Y si nos ponemos a examen con los matices de su toreo, nos encontramos con un torero de corte clásico, firme, elegante y distinguido pero a la vez con mandato y poderoso dependiendo la exigencia del ganado, siempre cargando la suerte y presentando la muleta plana para torear  cargado de verdad  y  sin engaños. Y es que así han sido siempre los toreros que han marcado una época, y este de Borox, tiene todos los mimbres para hacerlo y para empezar a figurar entre los más grandes y empezar a escribir una bonita historia.

A mí, personalmente y como aficionado es un torero que me gusta. Aún recuerdo ese 14 de Mayo de 2.006, cuando vi por primera vez a David Mora, entonces de novillero en el ciclo Isidril de Madrid, compartiendo cartel con David Estebed y Alejandro Talavante, en ese entonces su corte clásico me pego un toque de atención bastante importante, entonces pude deducir que podía ser un novillero que cuando tomase la alternativa podía tener mucho que hablar en el escalafón superior, es más, le veía un novillero necesario para la fiesta, y de ese entonces ya han pasado 5 años.

Ahora David, ese que en su día fue novillero modesto, ahora es un matador de toros más que necesario, que poquito a poco está fraguando una carrera que está empezando a consolidar a base de buen torero, donde de momento no se le puede poner ningún “pero” Y es que toreros como este son necesarios en tiempos donde la vulgaridad y los pegapases hacen alarde de torería y nos están inundando en carteles insípidos, sin contenido y siempre con el medio toro.

A día de hoy y gracias a Dios, estamos disfrutando de toreros como éste y como Iván Fandiño, que nos están salvando la temporada, y están haciendo que el aficionado siga manteniendo la ilusión y la llama, como si de un matrimonio en horas bajas se tratase y le encuentran un aliciente a su vida.  Y gracias al tesón de estos 2 toreros, el aficionado tiene una cita más que importante para la feria de otoño, y más que una cita es un regalo el poder verlos mano a mano en la plaza más importante del mundo, Las Ventas de Madrid…. Y en esta ocasión con el ganado que se acartelen me importa bien poco, son toreros capaces de sacar muletazos o tandas de puerta grande con tesón y buena colocación.

¡Que dios reparta suerte!