 |
Dibujo del Enrique Martín, de un encierro |
 |
Foto de Antonio de la Torre, del blog Almas Taurinas |
 |
Jonathan Estébanez "El Peta" en la final en Zaragoza |
Hablar de festejos populares, es hablar entre otras cosas de
los orígenes de la tauromaquia donde nos tendríamos que remontar a mediados del
S. XIII en el reinado de Joan I en Barcelona. Pero no solo es hablar de los
orígenes de la tauromaquia, es hablar de pasado, presente y quizás futuro de
tradiciones taurinas que tienen lugar en los pueblos de la geografía Española
con motivo de festividad y en honor al santo patrón de cada localidad.
En España, tierra de toros y tradiciones de todo tipo, cuando llegan las
fiestas de una localidad en honor del santo patrón, no suelen faltar los espectáculos musicales
con orquestas o solistas consagrados, la pólvora y los festejos taurinos con
sus tradicionales encierros, capeas, novilladas corridas de toros o festejos de
rejones, pero…. ¿en todas las poblaciones se celebran los mismos festejos
populares? evidentemente no.
Pero en esta ocasión, nos ceñiremos a los festejos
populares, que para quien no sepa el significado, es la fiesta del pueblo, donde los que participan
son los jóvenes más aguerridos y son espectáculos no reglados por un presidente
pero si por un reglamento taurino según comunidades autónomas, como pueden ser
los encierros urbanos o por el campo, capeas, suelta de toros a cajón etc.
Llegados a este punto, ahora llega lo difícil, lo complicado y lo peliagudo del
asunto, hablar de los festejos populares según comunidades. Existe un
reglamento taurino que por comunidades autónomas ha ido sufriendo
modificaciones, hasta el punto de existir varios reglamentos. En la comunidad
de Madrid, el reglamento no permite que Las reses de un encierro (aunque sean
de capea) estén por las calles, y nada
más terminan de correr el recorrido se tiene que dar lugar a encerrarlos en los
chiqueros. Pero si nos vamos a Castilla la Mancha, en un encierro la res, puede
estar por el recorrido un tiempo estimado subiendo y bajando por las calles. Si
nos trasladamos a la Comunitat Valenciana (la cuna de los festejos populares) a
parte de poder estar las reses por la calle un tiempo estimado para el
divertimento del pueblo, la edad de la res que pisa la calle, es totalmente
diferente a Castilla la Mancha, dado a que en la Comunidad Valenciana pueden
estar reses en la calle con la edad de 6, 7, 8 o incluso 13 años, a los cuales
a partir de 4 años los llamamos toros, y en Castilla la Mancha, la edad de la
res a destinarse a un encierro son 3 años y con esa edad le llamaremos novillo.
Otra diferencia grande y ventajosa para la Comunidad Valenciana e
incomprensible aquí en Madrid, es que el toro corrido por las calles vuelve a
su dehesa a pastar tranquilamente, y en la comunidad de Madrid toda res que
pisa la calle, se le tiene que dar muerte una vez que ha terminado el encierro
al igual que también sucede en Castilla la Mancha. ¿Quién comprende esto? Yo
desde luego que no.
Otro apartado de los festejos populares, son los concursos
de recortes, donde no se rigen por el reglamento taurino, pero si existen unas
normas creadas para dichos concursos dado a que son espectáculos organizados
por empresas y tienen lugar en plazas de toros fijas o portátiles, donde hay
una recaudación por taquilla y una organización similar a las corridas de
toros, siendo un espectáculo con gran aceptación entre un perfil de aficionados
más jóvenes en comparación de las corridas de toros o novilladas, y donde en
ningún momento, en estos concursos se le da muerte a la res dentro de la plaza
y mucho menos se ve una gota de sangre en el animal.
En resumidas cuentas, el reglamento por comunidades es un
lio perjudicial en contra de la fiesta de los toros en general, y donde en esta
ocasión solo he hablado de tres comunidades y he querido poner en antecedentes
que lo que es blanco en un sitio, en otro puede ser negro, gris o azul para ir
explicando poco a poco las consecuencias y tradiciones sin necesidad de liar.
Continuara…