sábado, 24 de septiembre de 2011

Sevilla, San Miguel, y la casa sin barrer.....



Todo bonito, todo perfecto, buena temperatura, el dios Eolo escondido, un marco incomparable, Sevilla…. Y un encierro más que potable para que nos hubiésemos emborrachado de toreo y luego tirarnos de cabeza al rio Guadalquivir
Los de Torrealta cumplieron con su papel, se dejaron y fueron manejables, he incluso alguno con un cortijo por pintón, como el destacable segundo…. Con menos transmisión y más agarrado al suelo el tercero, un zambombo atacado de kilos.
El Cid en su primero dejo buenos naturales, y es que el que tuvo retuvo, y sin duda alguna el Cid ha tenido la mejor mano izquierda que yo recuerde de los últimos tiempos, pero su toro quería más, y quizás el Cid ese punto de más no se lo supo dar. En su segundo, más de lo mismo, la diferencia vino en el toro, que fue algo más flojo que el primero y gracias a eso el Cid se justificó sin más….
El francés, Sebastián Castella, se vio las caras con un gran toro (bajo mi punto de vista) pero más que verse las caras le volvió la cara, y no le supo o quiso ver las cualidades a este “ropalimpia”  que era para emborracharse de toreo y emborrachar al respetable hasta la saciedad. Javier Ambel y Vicente Herrara dieron el Do de pecho en el segundo tercio, donde hicieron recordar que el tercio de banderillas también existe, y puede llegar a ser muy emocionante siempre que las cosas se hagan bien, como estos 2 hombres de plata hicieron.
En su segundo, Sebastián hizo más de lo mismo, mostrarse frio y apático, eso sí, el toro tenía menor exigencia, y quizás menos casta, pero igualmente era un toro “toreable” al que se le podía haber imprimido algo de temple y gusto con la franela….
Talavante, el chico “fantasia” como así le llaman lo señores comentaristas de canal plus, a mí no me hizo tener fantasías de ninguna clase…. Pero puestos a narrar lo sucedido, en su primer toro anduvo sacando agua de un pozo sin fondo.  Siempre entre los pitones intentando exprimir al máximo las pocas embestidas que ofrecía el de Torrealta. En su segundo, un toro con movilidad y transmisión, hizo que Talavante dibujase los mejores trazos de la tarde, y desplego esa “fantasia” o esa “magia” que yo aun no entiendo de que se trata….
No sé ustedes que entenderán por “fantasia” en el toreo. Yo entiendo los términos de valor, chispazo, arte, torería, gusto, aroma torero, clásico…. Yo pienso que la “fantasia” es algo que aplicamos los adultos para los juegos de cama, pero nunca lo hemos usado en los toros, aunque con estos del G10 todo es posible!!!!

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