Hoy es de esos días que parece que sí, pero que no, y es que cuando la culpa no la tiene el toro estamos empeñados en echársela igualmente, y con esto no quiero decir que los toros de Alcurrucén llevasen un cortijo por pitón, pero lo que si es cierto es que algunos se dejaron, otros mansearon y alguno quería comerse la muleta, como por ejemplo el tercero de la tarde, primero de Leandro, que tenía un pintón derecho pa formar un lio, o el quinto toro, segundo de Juan Bautista, que por el pitón derecho incluso hacia el avión recordando a los antiguos Conde de la Corte.
Se lidiaron seis toros de Alcurrucén, de juego desigual, pero bien presentados en líneas generales.
Curro con su primero, un manso de casi 600 kilos no pudo hacer otra cosa que justificarse. Con su segundo había que poner mando y poder, y luego si queda algo, torear…. pero Curro Díaz estuvo muy aseado siempre al hilo del pintón
Juan Bautista hizo el paseíllo muy bien vestido, y es que el francés tiene buen gusto con los bordados de torear, el resto de la tarde anduvo como pudo por la plaza, pues con su primero había que estar firme y decidido, pero Juan ni estuvo ni se puso firme ante el morlaco. Su segundo toro era para darle distancia, dejar que se viniese de largo y hartarse a torear por el pitón derecho, pues el de Alcurrucén quería comerse la muleta con el hocico, y es que con un toro que ofrezca este tipo de envestidas lo propio es ponerse a torear y no a pegar mantazos sin ton ni son.
Leandro con su primero dejo verónicas de buen gusto, con la muleta se clavó en los medios para dar una sensacional primera tanda con la mano derecha con mucho desmayo y templanza, pero el toro poco a poco empezó a apagarse y no pudo firmar una faena de empaque, eso sí, la espada le privo de cortar un apéndice. Con su segundo estuvo reservón, quizás algo fuera de sitio, suerte para el que el toro empezó a blandear y con eso justifico su ultimo capitulo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario